En muchos años una sola vez nos falló... !

En tantos años de realizar este cruce una sola vez nos falló.Sí,resbale del último hilo del alambre y al agua muy fría, y lo peor es caminar el resto del día con la ropa mojada.Bueno,es parte de la aventura.

Toda una "ODISEA"

Si,toda una ODISEA esto de cruzar este tipo de alambrado divisorio

("MAROMA")de lote a lote que se continua por arriba del arroyo "El Mala Cara",de aguas frías por que bajan de los cerros. Son tranquilas, límpidas,con berros en sus margenes y de aproximadamente un 1.20 mts de profundidad.

Un buen asado!

Llegó la noche y hay que alimentarse, Chocou trabaja y Juan mira como se asan un pollo y medio costillar de cordero. ¡Qué rico salió!.

Y...ahora cómo te llevo ?

¿Ahora como te llevo....? En este potrero,fue increíble la cantidad de liebres que nos salieron.Algunas cazamos,muchas salieron solas a distancias que las ponían fuera de tiro.El problema es siempre el transporte,ya que hasta la casa donde están nuestros amigos nos espera el cruce del arroyo y luego 45 minutos de caminata con el morral del chaleco lleno y el arma.

Aquí estan....!

Para completar un muy buen día de Caza"¡Aquí están las piezas!".Debo aclarar que Juan y yo cazamos sin perro,desde hace varios años.

Un alto en la cacería.

Un alto en la cacería con mi hijo Juan Ignacio, estamos tomando fuerza para cruzar el arroyo,de cierta profundidad por encima del alambrado (Maroma) y transportar todas las piezas de caza al otro lado.
Aquí, los lotes de caza son de dimensiones extensas por ejemplo: luego de cruzar debemos caminar 45 minutos para llegar a la casa. Los campos son privados y basta con el permiso del patrón/dueño. 

¡Qué día eh!

Esta foto, pertenece al aterdecer de un día de cacería en los pajonales del paraje el Moro. En mi mano derecha, una perdicera con algunas piezas cobradas y en mi mano izquierda, dos perdices de plumaje colorado.Ustedes podrán notar la diferencia de tamaño entra una perdiz chica y una perdiz colorada.

Una llanura para cazar.

Este paisaje pertenece a la llanura Pampeana de la provincia de Buenos Aires. Más exactamente a la ciudad de Balcarce que paradojicamente es el final de uno de los pocos cordones serranos que tiene la provincia. Está tomada desde el patio de la casa de nuestros amigos que muy amablemente hace 33 años nos permiten cazar en su campo y con los cuales hemos creado una ferrea amistad que va más allá de la caza.