Con la proximidad del comienzo de la temporada de Caza Menor,
surgen un montón de preguntas que al parecer no tienen respuesta. Ya que lo que
me cuestiono, lo hago desde joven y todavía no hallo algo concreto.
Es
más, no ayudan a mi propósito, ya que los datos publicados parecerían no ser
ciertos al igual que las estadísticas. Por lo cual, nos quieren generar, a los
que practicamos esta actividad amada y transmitida de generación en generación,
una sensación de satisfacción y una idea de que se está haciendo lo correcto.
Algunas de las
preguntas que me hago, están relacionadas a este tema: ¿Sigue habiendo F.A.U.N.A
en la Provincia de Buenos Aires? ¿Qué tareas lleva, solo controla? ¿Se hacen
censos de la cantidad de especies en la Provincia? ¿Hay una repoblación? ¿Con
qué criterio y quienes lo hacen? - ¿Se siguen determinados patrones biológicos?
¿Hay granjas que se encarguen de eso? ¿Quiénes las regulan?- ¿Existen los
clubes de caza? ¿Cuántos hay? ¿De qué sirve FE.CA.DE y cuál es su función?
¿Quiénes la componen y que beneficios trae? ¿Para qué se usa el dinero de los
permisos de caza?. Estas, son algunas de las que se deben hacer todos los
cazadores a esta altura del año.
Como meta, creo que
deberíamos proponernos, trabajar en conjunto los cazadores, el Gobierno, las
Federaciones y los Clubes, para que esta práctica sea bien vista
deportivamente, activa, participativa, regulada y amplia. Lo importante, es que
se haga transparente su regulación.
Esto lo hago, principalmente,
porque me pregunto qué va a pasar con la caza, como actividad deportiva, cuando
los cincuentones o sesentones, dejemos de ir a cazar por el paso del tiempo.
¿Quién se hará cargo de cumplir con las reglamentaciones? ¿Quién gastará
dinerales en ropa, cartuchos, armas, impuestos, etc.?.
Es la hora de pensar y
ponerse a trabajar, el día es hoy y esta es la gran propuesta.
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