domingo, 26 de agosto de 2018

LA MUESTRA




                                                                                   Por Oreste Gonzalez


Que es la muestra?  Es un acto reflejo del perro, es como estar en trance, es una inmovilidad total, frente a la presencia de una pieza, es algo que no se enseña y aparece un día en el joven perro, acelerando nuestro corazón por ese momento tan esperado.

Hay muestras por vista y por olfato, algunas elegantes, expresivas, quebradas, de revés con la cabeza bien arriba (prácticamente mirando el cielo) el ejemplar tiembla, saborea la emanación, babea como disfrutando el momento, mastica el aire (fuma en pipa) que nos emociona, poniéndonos la piel de gallina a nosotros los cazadores. Todo es un conjunto de cosas de las cual disfrutamos de un perro en el campo, pero la muestra es la esencia de todo, sin la muestra no hay nada, se pierde ese encanto, esa magia que nos hace suspirar antes de levantar el vuelo, para continuar con el próximo capítulo en esta película tan excitante que es… la caza con perros de volatería.
Un perro bien dotado de nariz, generalmente trabaja con la cabeza arriba, buscando en el viento la emanación que hay en el aire.

La distancia entre la muestra y la pieza, esa es otra cuestión, él gran perro regula esa distancia con la guiada (de eso hablaremos más adelante) una muestra larga y vacía (sin pieza adelante) no sirve ! un perro seguro, apunta, espera la llegada del conductor y resuelve con seguridad , trataremos de explicarlo : si clava y encara sin esperar, está forzando a volar, sería un levantador de piezas y la mayoría de las veces lo haría lejos del cazador,  no pudiendo disparar a la perdiz , pero lo inverso es también malo, es aquel que muestra (tal vez sobre alguna emanación vieja o la cama caliente de la pieza) y nos hace esperar sin avanzar, mientras tanto, la perdiz le camina adelante y nunca le llega al punto (tampoco sirve) El gran perro, por medio de su olfato regula esa distancia entre él y la pieza. La perdiz camina y él avanza sigilosamente para no hacer levantar a perdiz, que se echa o apeona y  él perro mantiene la muestra siempre a distancia de tiro de la escopeta.
Que bueno es ver un buen perro a mitad del lacet, entrar en el cono de una emanación, remontarla casi al trote con una guiada firme, segura y resolver con autoridad plantándose con una soberbia muestra frente a la perdiz, que huye, caminando rápido, agazapada entre el pasto, eso emociona !  Es el equilibrio justo entre poder olfativo, el temple para soportar firme y acorta distancia, sin forzar el vuelo logrando hacer apeonar a la perdiz que huye ponderando, su vida. EMOCIONANTE… amigos míos quien no sienta esto, en una situación así , no habla MI IDIOMA ! .

Está el cazador que utiliza el perro como un auxiliar, que le encuentra las perdices y se las cobre y  que piensa solamente cuantas va metiendo al chaleco, que le tira a la que vuela aun estando el perro en otro lado y que lo más importante, es gatillar y voltear, pero no sabe que el cupo no es lo importante, porque si no encuentra la fauna en el potrero, se pone como loco y le grita a su compañero y si el chaleco vuelve liviano a la camioneta, fue una jornada de fracaso , que a las que están prohibidas, LAS CAZA IGUAL . A ese tipo de cazador no le estoy hablando. Si a aquel que respeta la fauna y que AMA a su perro, prefiere pocas en el chaleco, pero cazadas con calidad, disfrutando ese día, con el asado de mediodía con sus compañeros de jornada y valora más el trabajo de su perro, que su puntería y agradeciendo siempre, estar viviendo un momento así. Por sobre todas las cosas prefiere un buen perro dentro de sus posibilidades … a una escopeta cara ! .






















domingo, 12 de agosto de 2018

MÁS SOBRE LA ELECCIÓN DE UN CACHORRO





    
                                                                         por Oreste Gonzalez    

martes, 7 de agosto de 2018

SEGUNDA ENTREGA: " LA ELECCIÓN DE UN CACHORRO"











POR ORESTE GONZALEZ:

Vuelvo a hacer mención en algo muy importante para lograr el éxito primero que nada,  tranquilidad paciencia, nada de enojos y  menos castigos , con la mano peor ! pues retrocederemos siempre varias jornadas con una equivocada y apresurada determinación, durante este período recordar siempre lo que no sale hoy, saldrá mañana o la próxima semana, no apurarse el perro es como una fruta ya va a madurar y caerá sola! es tiempo, salidas y más salidas.
Repeticiones de los ejercicios venideros y no desesperar, he visto personas que no tienen la suficiente paciencia y pronto vienen las frustraciones.
No todos tienen ese don de transmitir al perro, no todos nacimos poetas, músicos  etc. pero podemos lograrlo, con calma siempre... calma!. El enojo es el peor enemigo en este período de adiestramiento.
Algo muy importante es la elección del cachorro al momento de adquirirlo.
Debemos buscar siempre lineas de sangre cazadoras y de buena genética.
Sangres de padres equilibrados y de buena nariz, acuerdensé que la pasión por la caza se hereda, se trasmite de generación en generación, para adquirir un buen ejemplar es fundamental conocer sus padres y si es cazando, mucho mejor!
Existen buenos criadores en Argentina, al decir buenos me refiero a gente seria, que descartaron para el adiestramiento ejemplares con defectos y criaron con lo mejor.
Los defectos son transmisibles, ya sea displacía de cadera, codos afuera, desangulación , prognatismo etc.
Ni hablar de ejemplares que no muestran, que fuerzan a volar, boca dura, faltos de carácter miedo al disparo etc.
Yo creo que quien desee un perro, para la caza práctica, tampoco debe adquirir sangre de competencia pues generalmente son individuos hiperactivos y fogozos, al cazador le va a costar casi el doble de tiempo terminar de adiestrarlo.
Un perro muy temperamental es más difícil adiestrar, obviamente que al haberlo terminado tendremos un soberbio animal pero en manos poco experimentadas es incierto, creo que el dueño va a renegar!
Nada es facil, pero sí, apasionante, siempre digo prefiero un buen perro en el campo y una escopeta económica y no viceversa.
He tenido la suerte de adiestrar más de un centenar de perros, entre míos, de amigos y clientes. De cada uno de mis alumnos tengo un recuerdo en mi corazón,  sus nombres jamás los olvido ! a pesar de tener más de veinte años trabajando con ellos.Gracias a este trabajo he conocido mucha gente, lugares y coseche amigos, como mi padrino Nestor Fernández que me inyecto esta vacuna que es la cinofilia. A él le debo esta pasión cinegética por la volateria y mi corazón me lo robo un Epagneul Bretón, aunque admiro y respeto todas las razas de muestra.