Ante las protestas y reiterados reclamos de mis acompañantes y aprendices, porque debían cargar los implementos de la caza, resolví darles un descanso.
Decidí hacer un alto en el camino, para satisfacer su apetito y preparar unas vituallas, para aplacar a las fieras.
Otros son los cantares cuando uno debe alimentarse como corresponde,comiendo algo liviano y frugal como asado o lechón, papas fritas y todo regado por un buen vino. Que va a hacer uno... la vida nos hace pasar por esas pruebas gourmet!
Después de varios días de grandes comilonas, y recordar el motivo principal por el que habíamos venido a visitar a Julián, Naty, Santiago y Julieta,
decidimos dar un paseo por el campo, para hacer una buena digestión.
A poco de caminar, recordamos que además de visitar a nuestros queridos amigos como todos los años, era nuestro cometido principal el hacer estallar algunos cartuchos, los que "Diana" nos demandase, llevar algunas plumas y saber si la "reina de las plumas" sigue azotando estos campos
Sabiendo que nuestra odisea cinegética y gastronómica llegaba a su fin, alistamos a India para el viaje, que ella disfrutó(durmiendo).
Luego de sacarnos la consabida foto José y Yo (la primera vez sin vos Juan!),emprendimos el regreso, recordando entre amigos anécdotas del pasado juvenil y de esta salida,sabiendo que no hay nada más hermoso, que pasar TODA UNA VIDA CAZANDO.
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